Zaragoza-Real Betis

El Betis duerme empatado a puntos con el cuarto clasificado, el Málaga, y sigue mostrando una efectividad despiadada que le permite soñar con Europa.Comenzó el partido bastante frío en La Romareda, con ambos conjuntos respetándose en demasía en los primeros compases del juego. Ni Betis ni Zaragozaconseguían, ni querían, controlar el juego y las ocasiones fueron escasas. El conjunto maño apenas lo intentó con balones largos a la espalda de la defensa en busca de Hélder Postiga.  
La primera ocasión la tuvo el Betis tras un error en la transición maña en el que Rubén Castro les arrebató el balón, pero sin nadie que le acompañara, poco pudo hacer el canario cuando le salieron el paso dos defensas zaragocistas. La zaga aragonesa estuvo muy atenta y correcta, adelantando la línea y provocando varios fueras de juego verdiblancos. El peligro volvió a llegar en las botas de Beñat. Una falta botada por el vasco acabó siendo despejada en el corazón del área por Apoño.  

Entonces el Zaragoza empezó a animarse, sobre todo gracias a la actuación de Montañés y Víctor. El primero creó continuo peligro por la banda izquierda, sirviendo balones a un Postiga peleón. Un gran susto llegó para Pepe Mel cuando Adrián se precipitó en la salida ante Postiga, el portugués dribló al meta pero sin ángulo apenas pudo sacar un córner.

El central maño Álvaro a punto estuvo de adelantar a los de Jiménez pero su forzado remate de cabeza se marchó lamiendo el poste izquierdo de Adrián. El Betis comenzó a pasarlo mal ante las embestidas locales. En estas, llegó un regalo de Salva en el centro del campo provocando la contra zaragocista, pero el disparo de Montañés desde la frontal se marchó desviado.

De nuevo volvió a aparecer Beñat pero, en este caso, para salvar al Betis del gol. El centrocampista vasco despejó a corner un balón a un palmo de línea de gol cuando Víctor ya esperaba para empujarla. El conjunto verdiblanco no lograba salir de la asfixia maña y Pepe Mel ya pedía el descanso desde la banda cuando llegó el gol verdiblanco.Un saque de Adrián llegó a Campbell, escorado en la banda izquierda. El costarricense lee a la perfección el desmarque de Rubén Castro al que sirve de primeras. El canario se hace con el balón y ante la media salida de Roberto, le bate por raso con un disparo flojo pero efectivo que el meta zaragocista apenas acierta a rozar. 0-1 y sin tiempo para más, a los vestuarios. La primera que tuvo Rubén, la mandó al fondo de la red.

Tras la reanudación, el Zaragoza salió a por todas en busca del empate, dejando descuidada la retaguardia. En estas llegó la primera de Jorge Molina, que acababa de salir por Nosa. Un dos para uno, Rubén Castro la cedió a Molina que, imcomprensiblemente, la mandó fuera cuando lo tenía todo para hacer el 0-2. Pero la segunda que tuvo el ilicitano no la perdonó. Error garrafal de Álvaro que regala el balón a Molina y este dribla al rival con un recorte magnífico y ante la oposición de Roberto, le bate con una tranquilidad pasmosa con un disparo ajustado al palo derecho del cancerbero maño.

Con el segundo tanto, los verdiblancos se relajaron faltando media hora para finalizar el partido. Así, Víctor tuvo la ocasión de recortar distancias pero su peligroso disparo se marchó rozando la cepa del poste de Adrián. Sin embargo Rubén Castro tuvo la ocasión de sentenciar el encuentro mucho antes si hubiera acertado a batir a Roberto en una doble ocasión pero el meta zaragocista se lució con dos grandes intervenciones.

Los de Jiménez no cedieron en su empeño y continuaron buscando la portería bética. No en vano, a falta de quince minutos para el final Montañés recortó distancia al rebañar un balón en la medialuna del área y se sacó un latigazo a la media vuelta ante el que nada pudo hacer Adrián. El 1-2 dio alás a los maños que se lanzó al ataque aún con más ahínco. Sin embargo, el Betis volvió a tener otra ocasión para rematar el partido pero el centro de Molina no encontró a Campbell que estaba sólo ante Roberto.

Sin tiempo para más, el Zaragoza lo intentó con más corazón que cabeza ante un Betis ordenado que se limitaba a salir en rápidas contras. Un peligroso disparo de Pozuelo desde la frontal que acabó en las manos de Roberto. El encuentro murió en el campo zaragocista. Y El Betis que arranca 2013 con tres puntos más que permiten hacen del sueño europeo una realidad más tangible.